Otro largo día entre las paredes del Venancio, mi ahora nuevo instituto. No tengo nada que resaltar de hoy, salvo que las clases han sido tan interesantes como siempre (ironía) y que una vez más he tenido ganas de agarrarle el cuello a mi compañero de mesa y asfixiarlo discretamente.
Supongo que la tutora pensaría que se había quedado dormido y me saldría victorioso de mi asesinato. Pero como insisto en deciros que no soy yo el que escribe esto si no mi parte más oscura pues os contaré la verdad.
Después de una larga discusión y un choque de opiniones he apretado mi puño y he sonreído amablemente escuchando con sutileza el chirriar de mis dientes. Después he fingido seguir atendiendo mientras mi mente gritaba impotente por no poder hacer nada.
Pero bueno, no estoy aquí para aburriros con mi vida, ni siquiera para hacer tiempo. Simplemente estoy para que sepáis como soy, al menos mi parte oscura.
Soy una persona que aparentemente no parezco nada responsable pero que creo que en los momentos más críticos puedo llevar las riendas del asunto. Tras haber dejado leer mi primera entrada mis amigos me han demostrado que parte de lo que puse resulta ser mentira y probaron que lo escribí en parte lleno de ira y lástima.
Pero no es así, simplemente me limité a escribir lo que sentía en ese momento que de ningún modo lo hice con lástima ni ira. Simplemente quiero demostrarle al mundo que la vida no es perfecta. Y yo lo prefiero así, si fuera perfecta me acabaría aburriendo.
No puedo hablar de ningún grupo de música en especial porque simplemente me limito a escuchar verdadera música. Me da igual el género siempre que tengan algo que trasmitir. No creo que pudiera resaltar ninguna película en especial porque el hecho de rodar, conseguir un reparto y el trabajo que todo ello conlleva, resulta ser una buena película aunque al final no quede más que los retales de lo que el Director pensaba hacer.
Y bueno dejando al lado los sueños de un veinteañero. Quiero escribir mis últimas lineas antes de quitarme del ordenador. Unas linéas que no tendrán sentido para muchos pero que serán importantes para el resto.
No llores cuando no es necesario. No te lamentes por las cosas que hiciste y hazlo por las que no hiciste. Sonríe ante todo porque esa sonrisa será la que te ayude a luchar por aquello en lo que crees. No te dejes vencer porque te sientes débil. Llora de alegría y grita de tristeza. Enfádate con aquellos que se lo merecen y no temas en decir lo que piensas.
Si quieres puedes. y si lo haces lo conseguirás
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